UNIÓN EUCARÍSTICA REPARADORA
Última noticia
Loading...

aniversario

La Unión Eucarística Reparadora (UNER), es una obra de la Iglesia, fundada por el Beato Manuel González García. Es una Asociacion eclesial , de espiritualidad y apostolado eucarísticos, abierta a todos los critianos, inserta en la dinámica parroquial y diocesana que quiere vivir y proclamar la Eucaristía, Misterio Pascual, como fuente de renovación de los individuos, las familias y los pueblos, en respuesta a la llamada de Dios a la santidad.

La UNER reconoce la centralidad de la eucaristía, promoviendo una espiritualidad de counión, misión y solidaridad. Asume que Dios-Eucaristía no es conocido, amado e imitado. Trata de acompañar a las mujeres y hombres de hoy a escuchar la voz de Jesucristo, "camino, verdad y vida" presente en el Sagrario.

La Eucaristía, corazón de la vida cristiana y manantial de la misión evangelizadora de la Iglesia.

Benedicto XVI

El fundador

Manuel González García nace en El Garrobo (Sevilla) el 25 de febrero de 1877. Tras su paso por el Seminario hispalense fue ordenado por el arzobispo de Sevilla Marcelo Spínola. Su primer destino fue el de capellán del asilo de las Hermanitas de los Pobres de Sevilla y al pertenecer a la misma diócesis, fue párroco de San Pedro, en Huelva, y arcipreste de la comarca.

En 1916 recibe el nombramiento de obispo auxiliar de Málaga, sede de la que tomaría la titularidad cuatro años más tarde. Fundó el Instituto Religioso de Misioneras Eucarísticas y la Pía Unión de Marías y Discípulos de San Juan para el Sagrario Abandonado. Manuel González sentía en sí la necesidad de desarrollar una nueva pastoral, avanzada para su época que quedó reflejada en su libro Lo que puede un cura hoy, publicado en 1910, traducido a varias lenguas y con gran incidencia tanto en España como Hispanoamérica. Otra destacada obra del obispo González es Partiendo el pan a los pequeñuelos, en la que utilizaba la pedagogía con expresiones netamente andaluzas.

Escritor y apologista, Manuel González es autor de una treintena de libros entre los que destacan Mi comunión de María, Pedagogía de la Misa, Oremos en el Sagrario como se oraba en el Evangelio, Sembrando granitos de mostaza, etcétera.

Durante su pontificado en Málaga, sorprendió a la sociedad bienpensante con frecuentes visitas a los barrios más necesitados de la capitla, escuchando las necesidades de los propios habitantes. Fundó una revista, "Granito de arena" con el producto de cuya suscripción, así como de limosnas, se sostenían diversas escuelas, bibliotecas y talleres. Con la proclamación de la II República, monseñor González iniciaría un camino de sinsabores y penalidades. El 11 de mayo de 1931 ardían en Málaga unos cuarenta edificios religiosos. Entre ellos estaba, precisamente, el palacio episcopal. El obispo pudo escapar, por una puerta falsa a la calle Fresca gracias a la colaboración de un abogado republicano, Alejandro Condel; un co ncejal socialista, Antonio Albolafio, y el camarero de un bar cercano. No podía seguir residiendo en Málaga, por mandato de la autoridad gubernativa, y se refugió en Gibraltar de donde pasó a Madrid para vivir allí cuatro años.

En 1935 le deniegan su dimisión total siendo destinado a una diócesis de inferior categoría como es la de Palencia y de la que ocuparía su mitra hasta 1940, falleciendo el 4 de enero en el sanatorio del Rosario, en Madrid, en donde ingresó para someterse a una operación quirúrgica que no llegó a efectuarse. Fue sepultado en la Capilla del Santísimo de la Catedral de Palencia, donde reposan sus restos mortales con la siguiente inscripción:

"Pido ser enterrado junto a un sagrario, para que mis huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma en vida, estén siempre diciendo a los que pasen: ¡Ahí está Jesús! ¡Ahí está! ¡No lo dejes abandonado!

El 29 de abril de 2001 fue beatificado por Juan Pablo II en Roma.

Beato

cartel

Algunos enlaces interesantes para este año 2010, son: